TOMEMOS CONCIENCIA
No es gracioso ni mucho menos. Parece algo totalmente inofensivo, un correctivo o un llamado de atención. Pero cual es el límite? Hasta donde tenemos que llegar para darnos cuenta que estuvo mal?
En la argentina y en el mundo, cada vez hay más casos de estos y no sólo vienen de barrios pobres donde el padre es alcoholico, sino también de familias de clase media alta que tratan a sus hijos de forma desalmada.
miércoles, 13 de febrero de 2008
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